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El Uniandino

Drive: conduciendo a través del color

El color en el cine es utilizado no solamente para darle un tipo de estética a la película, también, en muchas ocasiones, es un elemento narrativo que se transforma junto con la historia. En el cine el color puede hacer referencia tanto a los personajes, como a motivaciones, acciones, objetos, entre otras. En la película Drive (2011), de Nicolas Winding Refn, es posible evidenciar un peculiar uso del color como elemento narrativo que referencia a varios aspectos en la historia y se convierte en el hilo conductor de esta.


Drive cuenta la historia de un conductor que realiza trabajos como doble de acción en escenas de conducción en películas, como mecánico en un garaje y en las noches como transporte de huida de criminales. En el transcurso de la historia conoce a su vecina Irene de quién se enamora, pero ella está casada y tiene un hijo. Cuando el esposo de Irene vuelve de la cárcel y el protagonista descubre que él sigue involucrado en el crimen, decide ayudarlo con un robo esperando que así Irene y su hijo estén a salvo. Sin embargo, el robo sale mal y el conductor deberá proteger a Irene del mundo de violencia que los rodea. Winding realiza un juego de color en la película que se convierte en el hilo narrativo de la historia. Utiliza el color para hacer referencia a los personajes, a sus motivaciones, las acciones que realizan y la atmósfera que los rodea. La película se puede dividir en 5 partes donde el color marca el ritmo de la historia.


En la primera parte se presenta la paleta de colores que se utilizará y a qué hace referencia cada uno en la historia. El azul para el conductor, amarillo y/o naranja para Irene, rojo para Nino y Bernie (los mafiosos). Sin embargo, el color también es utilizado para hacer alusión a otros elementos, por ejemplo, el azul como símbolo del mundo del crimen y la mafia, el amarillo de la inocencia y felicidad, el rojo de la violencia, la venganza y el crimen. Esta primera parte de la película inicia con una persecución nocturna en una atmósfera fría y oscura, repleta del color azul y varias de sus tonalidades. Winding hace uso de la luz y sombras como principal elemento en esta primera secuencia, presentando al protagonista envuelto en una luz azul que relaciona a sus emociones como la soledad y tristeza, así como señalar el mundo del crimen en el que vive.


En la segunda parte, la paleta de colores se transforma de tener el azul como color principal a tener mayor presencia de amarillo. Este cambio en la paleta de color va unido al cambio en la vida del protagonista. Una vez que el conductor conoce a Irene y su relación se vuelve aún más cercana, sus emociones cambian; deja de estar solo y se adentra en el mundo de Irene y su hijo, referenciado con el color amarillo y naranja, pasando a una atmosfera más cálida. Una escena en la que se puede evidenciar claramente esto es cuando el protagonista lleva a Irene y a su hijo a dar un paseo y los planos están llenos de luz amarilla. No obstante, el director utiliza una escena en el apartamento de Irene para recordarnos lo opuesto de los personajes y del mundo en el que viven. En esta escena, el conductor e Irene se encuentran en el apartamento de ella, pero cada uno tiene un fondo correspondiente a su color, el conductor se encuentra en una pared azul e Irene es iluminada por una luz amarilla. Esto da pie a empezar la tercera parte, nuevamente la paleta de color cambia y vuelve el color azul, pero con mayor intensidad. Con esto se inicia un nuevo punto en la historia.

Cuando el esposo de Irene vuelve y el conductor se entera de que este sigue envuelto en el mundo del crimen, el color azul aparece en la mayoría de las escenas. En esta parte de la historia este ha dejado de hacer parte del mundo de Irene por lo que el amarillo desaparece, así mismo, como el entorno de ella se está viendo envuelto por el mundo del crimen (referencia al color azul), su color propio también cambia. Es cuando el esposo de Irene es asesinado que nuevamente la paleta de colores muta y se entra a la cuarta parte de este hilo narrativo.


En esta parte hace mayor presencia el color rojo, sin dejar de lado los demás colores. Una vez que el espacio del crimen se transforma a uno más violento y las motivaciones del conductor cambian, el color rojo se vuelve protagonista. Es en esta parte que se puede evidenciar toda la paleta de colores junta, pero ahora el significado y las referencias de estos han cambiado, al igual que lo hace la situación y emoción de los personajes. La escena del ascensor es perfecta para enmarcar esto. Mientras él e Irene se encuentran allí (con un fondo amarillo) con el sicario que Nino y Bernie enviaron para asesinar la, Windong realiza una secuencia en la que juega con las luces y las sombras mientras la pareja comparte un beso. En este momento de la escena, el resto del ascensor se encuentra envuelto entre las sombras, sin embargo, la esquina donde están es la única que presenta una iluminación amarilla. No obstante, al terminar el beso, las luces y las sombres cambian y es cuando hace aparición el color rojo. El conductor, intentando proteger a Irene ataca al sicario, mientras se evidencia el rojo. Finalmente, la escena termina con ella fuera del ascensor, asustada y envuelta en color azul y una atmósfera fría. Su mundo ha sido consumido por el crimen y el conductor se encuentra en un espacio repleto de amarillo, iluminado por una intensa luz que ahora tiene una nueva referencia a la ira, la violencia y el poder.



En la quinta parte, el protagonista busca venganza y proteger el mundo de Irene, por lo que el color rojo y el azul aparecen constantemente mientras asesina a Nino y Bernie. De igual manera, se puede evidenciar el cambio en el significado del color amarillo en la escena en la que Bernie va a asesinar a Shannon (amigo del protagonista y dueño del garaje donde este trabaja como mecánico). En el espacio presenta objetos de dicho tono, iluminados por luz amarilla. Esta escena señala la transformación que ha tenido este color en el transcurso de la historia. Una vez que el conductor ha completado su venganza los protagonistas vuelven a su paleta original.


En conclusión, Drive es una película que utiliza el color y el juego de luces y sombras como elemento narrativo. No solo hace referencia a objetos y personas dentro de la historia, sino que también se va transformando junto con las motivaciones y acciones de los protagonistas. Este curioso uso del color, luz y sombra que Winding utiliza en esta película presenta varios elementos del cine de género noir que juega con las sombras y las luces, ya que en la mayoría de los casos la acción se desarrolla en la noche. La transición del color que Winding utiliza en el transcurso de la película es el hilo conductor de su narración, una técnica que el cine lleva utilizando por mucho tiempo y que contribuye al desarrollo del lenguaje audiovisual. Esta característica cromática de la película se conecta con la psicología del color, en la que se relaciona una tonalidad con una sensación o sentimiento que pueda evocar en el espectador, algo que no necesariamente los diálogos o imágenes de la película están representando.


Drive, igualmente, sigue estos parámetros para escoger qué tipo de paleta se acopla mejor a cada personaje. El azul que representa seriedad y frialdad para el conductor y el amarillo (espontaneidad, optimismo) para Irene, representando lo opuesto de los personajes, y convirtiendo esta historia en algo muy interesante de ver. Tal vez en una primera sentada no se pueda percibir esta narrativa cromática. Sin embargo, cuando uno es consciente de esto, es capaz de leer más allá y de cuestionarse cómo se ve una película. ¿Cuántas veces hemos sido influenciados por el color? ¿Qué pasaría si se narrará una película solo a través de color, luz y sombra, dejando fuera los diálogos? Todo esto demuestra que incluso el color puede ser un elemento narrativo igualmente poderoso.



 

Por: Dafne Ivanna Ovalle Sanabria


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