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El Uniandino

Joker: Más que un payaso.

El año pasado se estrenó Joker película basada en el icónico villano de Batman, siendo una de las cintas más comentadas a nivel global, superando expectativas y obteniendo nominaciones a los premios más importantes del 2019, reivindicando así con la academia el cine de superhéroes.






El largometraje dirigido por Todd Philips (Proyecto X, A Star Is Born, The Hangover) y protagonizado por Joaquín Phoenix, sigue la vida de Arthur Fleck (Phoenix), un ciudadano de Gotham City aspirante a comediante y enfermo mental, en su travesía de abrirse paso en el mundo de la comedia en una ciudad caótica sumida en la desigualdad socioeconómica, donde las únicas respuestas posibles son la violencia y la risa. La transfiguración de un hombre sensible y bueno a un agente del caos, es la consecuencia lógica de la desafortunada sucesión de eventos que golpean poco a poco la puerta de Arthur y al final lo llevan a responderse una pregunta que pareciera no tener otra posible respuesta “¿what do you get when you cross a mentally ill loner with a society that treats him like trash?” (¿Qué obtienes cuando cruzas a un enfermo mental solitario con una sociedad que lo abandona y lo trata como basura?).


El guion, la dirección y la producción en general, son los más grandes aciertos de esta película, la cual hoy tiene 11 nominaciones a los premios Oscar 2020 y grandes elogios por parte de la crítica. Joker no solo se centra en el surgimiento histórico de uno de los clásicos villanos de los comics, sino también en mostrarnos todo un trasfondo social, donde problemas tradicionales como las diferencias de clases y el susurro de una revolución que vibra en el ambiente, se unen a problemas contemporáneos como la desestabilidad mental y la psicopatia general de las grandes urbes, haciendo de la película una crítica ingeniosa a nuestra situación actual como sociedad. La desigualdad, el cansancio social y la anarquía se convierten en elementos claves de la historia, estando allí no sólo para complementar la genialidad actoral de Phoenix, sino también para convertir al filme en una sucesión de tomas atrapantes que llevan al espectador, de manera casi imperceptible, a irse sumando poco a poco al descontento general y encendiendo en su mente la llama de una revolución que empieza a gestarse en el mundo.


La dualidad de la realidad que enfrenta Arthur, entre la depresión en su vida personal y la felicidad que debe transmitir en su trabajo, son el punto de partida para construir una historia en donde el color pareciera ser el principal protagonista. Durante la primer hora y media de grabación, el filme se mueve entre el azul y el amarillo, un baile constante entre las tonalidades frías y cálidas; sin embargo, los colores lejos del saturado, simbología clara de la fuerza de la emoción que reflejan, parecieran reunirse cerca de una escala intermedia salpicada de gris, como si las emociones nunca fuesen de un lado ni del otro. La felicidad y la tristeza son indistinguibles en la vida de Arthur, el vaho gris del mundo vuelve borrosos estos sentimientos, la monotonía y la miseria de la vida se acumulan para romper al individuo, quebrar incluso su capacidad de sentir y sumirlo en un mundo de espíritu roto alejado del color. La maestría del manejo fotográfico de Lawrence Sher hace presencia al momento de romper la película con una explosión de colores, el gris inerte queda atrás y la psicopatía del Joker toma forma en una gama de colores que saltan del rojo al naranja, se salpican de verde y son refinadas en el azul. Cuando el hombre gris se quiebra, el agente entrópico de los colores toma forma, ya no existen la tristeza ni la felicidad, la miseria o la alegría, al menos no en su forma pura; existe una montaña rusa de colores y emociones que rompen con cualquier esquema social establecido, la locura toma el control.


Entre críticas positivas y negativas, siendo catalogadas en algunos casos como “obra maestra del cine de superhéroes” (Mark Hughes – Forbes) y en algunos otros como “un ejercicio vago y vacío de estilo de segunda mano” (A. O. Scott – The New York Times); Joker se posiciona como una película imposible de pasar por alto. Lo único cierto aquí es que esta película se robó el 2019 (se lo arrebató de las manos a Avengers: Endgame), arrasó con las nominaciones y premios: mejor película según el sindicato de actores, los globos de oro, el festival de cine de Venecia, entre otros. Se coronó como la mejor película basada en comics y la más rentable con un presupuesto de $55.000.000 USD y una recaudación de más de $1.070.000.000 USD convirtiéndola en la primera película con clasificación R en obtener dicha cifra, la séptima película más taquillera de 2019 y la 32ava película más taquillera de todos los tiempos.



 


Por: Francisco Estrada

Diseño: David Aches

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