Los orígenes e historia del cabello afro y rizado tienen un gran significado en la actualidad. Este hace parte de la identidad cultural negra y tuvo un rol relevante en la historia de esta comunidad alrededor del mundo. Además, representa siglos de lucha negra por la igualdad. Por esta razón, es fundamental conocer la historia detrás de este tipo de cabello y considerarlo más que sólo cabello. Comprender y respetar lo que existe detrás de este elemento cultural es importante para entender por qué las personas negras están y deberían estar orgullosas de su cabello. Esto también va relacionado con la aceptación de que los rasgos negros son bonitos y con la erradicación del estándar de belleza que dictamina que los rasgos europeos son los mejores. A continuación, se describe brevemente la historia del cabello de la comunidad negra. Desde el papel que tenía antes de la invasión de África, hasta la actualidad, donde la comunidad ha recuperado su libertad, y el orgullo de ser negro se hace cada vez más popular alrededor del mundo con movimientos como el reciente Black Lives Matter.
La historia del cabello negro empieza en los diferentes grupos étnicos de África, donde incluso en la época del antiguo Egipto ya existían las rastas, que aparecen en distintos artefactos y cadáveres de egipcios antiguos. Los estilos eran muy variados y bastante elaborados en la época. Y eran motivo de orgullo debido a su naturaleza única y a su textura. En estos grupos y antes de la colonización, el cabello jugó un papel muy importante en el estatus y la identidad de los africanos. Esto porque el cabello de una persona podía decir todo lo que se necesitara saber de ella. Solo se tenía que mirar su estilo de cabello para conocer su etnia, rango social, edad, estado marital, riqueza, fertilidad, entre otros. Incluso podías saber el apellido de la persona tan sólo mirando su cabello. Por ejemplo, cuando los hombres de la tribu Wolof iban a la guerra, usaban un estilo trenzado. Mientras que una mujer de luto no se "peinaba" o adoptaba un estilo moderado. En esa misma tribu, si una joven no estaba en edad de casarse, tenía que afeitarse la cabeza de cierta manera para manifestarlo. Otro estilo de cabello es el creado por las amas de casa nigerianas en relaciones polígamas conocido como Kohin-sorogun. Este peinado significa "darle la espalda a la esposa rival celosa", y poseía un patrón que cuando se veía desde atrás tenía la intención de burlarse de las otras esposas de sus maridos. Por otra parte, la gente de Karamo, en Nigeria, fue reconocida por su coiffure único: una cabeza rapada con un solo mechón de cabello en la parte superior. Y la realeza a menudo usaba un sombrero o un tocado como símbolo de su posición.
Posteriormente, los europeos empezaron a secuestrar africanos y a comercializarlos. Aunque los europeos admiraban la complejidad de los estilos de cabello, decidieron deshacerse de la identidad de los africanos y afeitaron el cabello de mujeres y hombres. Esto con la finalidad de erradicar la identidad negra y su cultura. Además, lo hicieron para minimizar la belleza negra y deshumanizar a estas personas. Y como no se les permitía llevar el cabello como ellos deseaban, muchas de las tradiciones para arreglar el cabello que tenían empezaron a desaparecer. Y de forma paralela, se impuso un estándar de belleza. El estándar de piel clara, cabello liso y rasgos faciales delgados. Mientras que los rasgos tales como la tez oscura, el cabello rizado y los rasgos faciales más anchos de los africanos se consideraron no atractivos. Debido a esto, muchos africanos promovieron la idea de que la piel oscura y cabello rizado era menos atractivo. Esto pasó de generación en generación e incluso perdura en la actualidad.
Las trenzas eran y siguen siendo especiales para la comunidad negra. Las personas esclavizadas las utilizaban incluso para representar rutas de escape en el cabello y para comunicarse con otros sin que sus dueños lo supiesen. Las trenzas simbolizaban el camino a la libertad. Pero también significaron una manera de sustento, ya que la textura y el grosor de este tipo de cabello permitía esconder arroz y semillas que en caso de separarse del resto o de no tener acceso a comida servirían de alimento. Las madres a menudo trenzaban arroz en el cabello de sus hijos porque sabían que iban a ser secuestrados y traídos a América. También se ocultaron fríjoles, pequeños esquejes de yuca, maíz y otros granos dependiendo del grosor del cabello. Los cimarrones que escaparon de las plantaciones también hicieron esto para iniciar sus propios asentamientos, donde cultivaban los alimentos que llevaban en el cabello. Los africanos esclavizados no tenían maneras de cuidar su cabello como lo hacían en África. Y por eso, se vieron obligados a utilizar grasa de tocino, mantequilla y cepillos de ovejas para utilizar sus trenzas.
Al final del siglo XVIII, muchos africanos libres lucían estilos de cabello llamativos y esto atrajo la atención de hombres blancos y a los celos de las mujeres blancas. Es por esto que se estableció “The Tignon law”, una ley que prohibió que las mujeres africanas mostraran su cabello en público y les exigía que lo cubrieran en todo momento. Virginia Gould afirmó que el verdadero propósito de esta ley era controlar a las mujeres "que se habían vuelto de piel demasiado clara o que vestían con demasiada elegancia, o que, en realidad, competían con demasiada libertad con las mujeres blancas por el estatus y, por lo tanto, amenazaban el orden social". Forzadas por la nueva ley, las mujeres africanas compraron telas bonitas para cubrirse el pelo y las ataban en formas elaboradas. Y lo que se supone era para que llamaran menos la atención, terminó llamándola aún más. Cuando las leyes de Tignon dejaron de regir, las mujeres de ascendencia africana que eran libres continuaron usándolas como signo de resistencia. Los pañuelos para la cabeza y los tocados continúan siendo populares y son usados por las mujeres negras en la actualidad. Ahora, es otro ejemplo de lo que fue un intento por disminuir a las mujeres negras que se convirtió en un símbolo de resistencia y orgullo.
Cuando terminó la esclavitud, las cicatrices emocionales y psicológicas aún estaban y continúan presentes. Debido a esto, aún existen personas que creen que un “buen cabello” es aquel más cercano al de los europeos, y tenerlo se convirtió en un requisito para obtener trabajos y entrar a colegios, iglesias y grupos sociales. Para lo anterior, se empezó a utilizar el “Pencil Test”. Este es un método que se utilizaba para determinar si una persona era blanca o negra. El método consistía en deslizar un lápiz por el cabello de la persona. Si el lápiz se caía la persona era blanca; y si se quedaba en el cabello, la persona era negra. Esta herramienta contribuyó aún más a la segregación de las personas negras y al estereotipo de que el “cabello malo” les pertenece. Esto también propició la creación de productos que ayudaran a los negros a cambiar su cabello para que se pareciera al de los blancos. Lastimosamente, muchos de estos productos eran dañinos para el cabello y el cuero cabelludo
En 1920, Marcus Garvey dijo, “Quita las torceduras de tu mente, no de tu cabello”. Esto marcó el inicio de una época de orgullo negro, donde los estilos de cabellos africanos jugaron un papel importante. En 1936, guerreros de la guerrilla de Etiopía prometieron no cortar su cabello hasta que Haile Selassie, el antiguo emperador, fuera liberado. Selassie fue forzado al exilio después de liderar la resistencia en contra de la invasión italiana. Eventualmente, el cabello de los guerrilleros se enmarañó y formó largos mechones. Estos hombres con largos mechones enmarañados eran temidos, que en inglés es “dreaded”. Y de ahí nace el término “Dreadlocks” que utilizamos en la actualidad y que significa rastas.
En los años posteriores, muchos fueron los avances en el uso de cabello negro. Muchos actores y cantantes de tez oscura ayudaron a popularizar estilos de cabello típicos de los africanos y a impulsar el orgullo negro. Una de ellas fue Angela Davis, que en 1960 se convirtió en un ícono de poder negro con su cabello afro. Hoy existen más estilos para hombres y mujeres. Y ahora son más las personas que usan con satisfacción su cabello rizado natural. Varios de estos estilos se asemejan a aquellos usados en África antes de la llegada de los europeos. Los productos para el cuidado de cabello afro y rizado forman una industria enorme y que continúa en crecimiento.
De la historia del cabello afro y rizado nos podemos dar cuenta de que para aceptar y apreciar realmente el cabello rizado y afro es necesario tener cierto nivel de integridad y respeto al respecto. Esto, ya que, para esta comunidad, el cabello representa mucho de su historia y es un aspecto de orgullo. Por ende, es importante no tratar el cabello afro y rizado como una moda más, como algunas personas lo hacen. Esto es considerado apropiación cultural, lo que se constituye como otro privilegio para las personas blancas, pues esa forma de llevar el cabello en personas negras se consideró como algo negativo y como un motivo de vergüenza; mientras que, si lo utiliza una persona blanca, lo ven como algo de moda y bonito. Aquellos que realmente conocen la historia detrás de estos peinados, concuerdan que su uso por otras culturas no es correcto. Esto no significa que nadie pueda usarlos, pero hacerlo como una simple declaración de moda es un insulto para la comunidad negra y su cultura.
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Por: Stephanie Pedrozo
Excelente artículo... Felicitaciones 🎉
Hermosoo.. jamás volveré a criticar mi cabello. Gracias por esa linda historia.