Juan Pablo Blandón, Coordinador de universidades del Centro Democrático - Uniandes.Aquí su columna "Una decisión desproporcionada." Para contestar la columna envía tu propuesta a preiodicoeluniandino@gmail.com.
La decisión de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) es sin lugar a dudas desproporcionada. Como joven militante del Centro Democrático y con profundo dolor de patria asumí con gran tristeza la medida de aseguramiento en contra del expresidente Álvaro Uribe. Es realmente preocupante la situación del exmandatario, y dejo claro que respeto desde lo más profundo las instituciones del Estado. Para empezar, es menester aclarar que la situación del expresidente en este caso no se ha definido aún y el único ente encargado de hacerlo será la CSJ mediante sentencia judicial. Por el momento, una detención preventiva domiciliaria no significa una condena, es decir, el proceso sigue en curso sin demostrar si el expresidente es o no es culpable de los delitos que se le acusan.
La situación del senador Uribe preocupa porque el tribunal que tomó la decisión fue el mismo que decidió dejar libre al guerrillero Jesús Santrich. A pesar de que el sentido de la decisión de la Corte fue por una extralimitación de la Fiscalía, no deja de sorprender que quedara en libertad una persona del talante de Santrich con un prontuario criminal tan extenso, mientras que una persona como Álvaro Uribe Vélez, que durante toda su vida ha respondido a la justicia colombiana con toda firmeza cumpliendo y mostrando su voluntad de colaboración y respeto por la misma, no tenga el derecho a defenderse en libertad. A la luz de la evidencia, resulta desproporcionada la medida de aseguramiento en parte porque, además de ser un hombre que nunca ha huido de la justicia, el pasado 8 de octubre se presentó ante la Corte y firmó un compromiso para no salir del país, e igualmente se comprometió a informar oportunamente al tribunal cuando lo hiciera y solo en caso de extrema necesidad. ¿Realmente había riesgo de fuga?
Creo firmemente en la institucionalidad y en la democracia, por más desprestigiadas que estén. Las decisiones judiciales se deben respetar y se deben acatar en todo momento y la ley debe ser igual para todos. Lastimosamente es esto lo que me preocupa: en Colombia la ley no es igual para todos. La medida de aseguramiento privativa de la libertad se aplica de manera excepcional, cuando hay serios indicios y pruebas de que el acusado puede obstruir la justicia, manipular pruebas, es un peligro para la sociedad o para las víctimas. En el caso del expresidente Uribe no aplica ninguna de las anteriores. Como lo cuestionó el reconocido abogado constitucionalista Rodrigo Uprimny: “la corte no explica por qué otra medida de aseguramiento no privativa de la libertad no hubiera sido igualmente eficaz”. Es por esto que la medida tomada por la Corte Suprema de Justicia es desproporcionada, apresurada y genera dudas de una posible posición ideológica.
Es difícil tener credibilidad en una Corte que ha estado envuelta en diferentes escándalos de corrupción como el cartel de la toga y los millonarios sobornos a políticos para que sus casos fueran engavetados. Es fácil perder la credibilidad en un proceso que involucra al magistrado César Reyes, cuando este fue consultor de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) cuando la esposa del senador Iván Cepeda, involucrado en este proceso, fue quien coordinó aquel programa. Es decir, durante el gobierno Santos la esposa de Cepeda y el magistrado Reyes trabajaron en la misma organización.
El tiempo y la ley se encargarán de dictar la verdad de todo este suceso, espero que sea con todas las garantías necesarias y con toda la objetividad e imparcialidad que debe de tener cualquier proceso en la justicia colombiana. Es triste saber que el expresidente que con determinación fortaleció las instituciones hoy sea víctima de una institución politizada radicalmente.
Confío en la honorabilidad del expresidente Uribe y sé que bajo las garantías necesarias podrá llevar a cabo este proceso de la mejor manera. Los jóvenes del Centro Democrático y todos los uribistas estamos más unidos que nunca, más fortalecidos, con más ganas de trabajar por el legado y tesis de país que nos ha enseñado el expresidente Uribe.
Por: Juan Pablo Blandón, Coordinador de universidades del Centro Democrático - Uniandes.
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